
Si los celos son señales de amor, es como la calentura en el hombre enfermo,
que el tenerla es señal de tener vida, pero vida enferma y mal dispuesta.
Si los celos son señales de amor, es como la calentura en el hombre enfermo,
que el tenerla es señal de tener vida, pero vida enferma y mal dispuesta.
La soledad se espesa.
Poco a poco sus hilos invisibles
tejen la telaraña inadvertida
que al corazón aprieta.
La soledad se adueña
de todo lo que fue, de lo que existe
y lo que no vendrá, lo que está roto.
Todo se pliega a ella.
La soledad nos duele
con ese dolor sordo de la ausencia,
esperanza por siempre fugitiva,
inalcanzable estrella.
La soledad produce
una temible y dura dependencia,
muestra su seducción con malas artes
hasta que al fin te enreda.
La soledad es dulce,
o amarga a veces, fríamente seca.
Se bebe en vaso largo, sorbo a sorbo,
y hasta se saborea.
La soledad acuna
los sueños imposibles que no llegan.
.
Tal vez mi vida no es aquí ni en ningún lado,
No pertenezco al norte ni al sur,
Al cielo o al infierno.
Estoy más sin embargo aquí
Y solo vine a vivir; a sentir,
Por más vueltas en mi cabeza,
No doy crédito a lo que mis ojos ven,
A lo que mi corazón siente,
O lo que de verdad vale la pena.
Tal vez suena patético
Pero es mi verdad,
Una realidad dulce y amarga;
Blanca o negra,
Que se combina en un mar de sentidos y dudas...
Como englobar las razones y sensaciones,
Que un solo ser es incapaz de manejar.
Aun mas sabiendo que no esta aquí
Ni en ningún lado…
.