De vez en cuando es divertido
cerrar los ojos
y, en la oscuridad, decirte:
"yo soy el hechicero,
y cuanda abra los ojos
veré el mundo del que soy
el único responsable."
Después, lentamente
vuelve a abrir los párpados,
como se levanta el telón
en el centro del escenario.
Y seguro que allí
estará tu mundo
como lo construiste.
Richar Bach - El Manual del Mesías