
Un motivo para todo ... uno para cada cosa ...
Siempre creemos que debe haber una razón para cada cosa que emprendemos. Nuestra mente lo demanda.
Pero olvidamos notar que pueden existir motivos que no llegamos a comprender, ni siquiera a vislumbrar.
O el motivo podría simplemente ser … el placer que da hacerlo!
Si necesitas motivos …
escucha bien tus sentidos, pues sí los conoces y tu corazón te hablará con voz .
Sino, simplemente … ¡ decídete a hacerlo sólo porque sientes que quieres hacerlo!