¡MUJER, NO ADMITAS!
Que pongan a tus razones precio,
que vibren tus campanas
ni que irrumpan tu templo,
que rocen tus mejillas
ni acaricien tu pelo
ni te ofrezcan amor
sin entregar el pecho.
No admitas…
Que te llamen doncella
y hayan roto tu velo,
que te observen dormida
sin proteger tus sueños,
ni suban a tu altar
sin conquistar tu cielo.
Que oscurezcan tus días
ni marchiten tu invierno,
que callen tus canciones
ni hieran tu silencio,
que te piensen paloma
sin conocer tu vuelo.
No admitas…
que toquen tu verdad
ni muerdan tu talento,
ni que tomen tus manos
sin tus manos quererlo.