El azul apacible y luminoso del alba
Se tornó más intenso con el día
Igual que la felicidad,
Azul más azul, azulísimo,
Blancas bocanadas de deleite,
Júbilo desbordando.
Hasta que el atardecer
Nos elvolvió en un rosado tierno.
Y nos fundimos en un
apasionado Magenta,
Alma terrestre y alma cósmica
Estallando de belleza.
Cuando llegó la noche,
Una luna recién nacida
Reía de lado de la tiniebla.
Yo reí también
Y pensé;
A medio andar el mundo
Tu cielo
Se colma de esta misma
Risa dorada
Y tuve la esperanza de que tú,
Chispeantes Ojos Azulez
Vieras y oyeras.
Para que de algún modo los tres
Quedáramos unidos en nuestro regocijo,
Cada uno de nosotros en su propio espacio,
Juntos por separado,
Distancia sin sentido.
Y dormí
En un mundo
Colmado de sonrisas.
(El Puente Hacia el Infinito - Richard Bach)