martes, 18 de febrero de 2014

Si para llamarla VIDA ...



Si para llamarla VIDA necesitamos;

caer y levantarnos
perdonar y pedir perdón
llorar y reír
aceptar y ser aceptado
hablar y callar
dar y recibir
crecer y morir
soñar y regresar a la realidad
Estoy dispuesta a gritar
a los cuatro vientos que te llamas vida.

Más, si ello implica

no escuchar tu voz una vez más
no percibir el sonido de tu risa
no ver el brillo de tus ojos
del color de la miel
no volver a ver tu sonrisa
no sentir el calor de tu cuerpo
no captar el olor de tu perfume
no estremecerme con tus caricias
no volver a caminar juntos de la mano
no escuchar como me susurras al oído
no sentir la pasión de tus labios
no dejarme atrapar cuando corres
tras de mi en la playa
no dejarme vencer cuando me haces cosquillas
y no entregarme a ti en cuerpo y alma
No merece la pena llamarla así,
porque para mi la VIDA eres TÚ

 

viernes, 14 de febrero de 2014

¡¡ Feliz Día de San Valentín!!

 
 

martes, 11 de febrero de 2014

Cita


viernes, 7 de febrero de 2014

Ciertos pensamientos ...




Ciertos pensamientos son plegarias.
 
Hay momentos
 
en que sea cual fuere la actividad
 
del cuerpo,
 
el alma está de rodillas.

Víctor Hugo

 

sábado, 1 de febrero de 2014

Dos rojas lenguas de fuego...



Dos rojas lenguas de fuego
que, a un mismo tronco enlazadas,
se aproximan, y al besarse
forman una sola llama;

dos notas que del laúd
a un tiempo la mano arranca,
y en el espacio se encuentran
y armoniosas se abrazan;

dos olas que vienen juntas
a morir sobre una playa
y que al romper se coronan
con un penacho de plata;

dos jirones de vapor
que del lago se levantan
y al juntarse allá en el cielo
forman una nube blanca;

dos ideas que al par brotan,
dos besos que a un tiempo estallan,
dos ecos que se confunden,
eso son nuestras dos almas.

Gustavo Adolfo Bécquer

(Rimas XXIV)

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No existe amor en paz. Siempre viene acompañado de agonías, éxtasis, alegrías intensas y tristezas profundas. Paulo Coelho

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Las personas cambian cuando se dan cuenta del potencial que tienen para cambiar las cosas. Paulo Coelho