El amor puede tomar distintas formas, dependiendo del objeto amado, pero aquí me referiré al amor de pareja, ése en pos del cual caminamos por la vida, esperando un día toparnos casualmente con él…
Como para todo, uno ha de prepararse para ese encuentro, que no resulta ser tan fortuito como podamos imaginar: Antes de nada, debemos de estar a gusto en nuestra propia piel, aceptando quienes somos y qué vivencias nos han dado forma; también es importante conocer lo que anhelamos en la vida, qué sentido le queremos dar…sólo entonces estaremos en disposición de entregarnos al descubrimiento de otra persona de forma espontánea y sin miedo a defraudar, porque seremos transparentes y no actuaremos movidos sino por las ganas de crecer al lado de alguien que nos complete y con el que podamos compartir un camino común.
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