
Deja mirarme en los espejos de tu alma donde los reflejos de luz son naturales, alma tan serena como los lagos de mis sueños, manantiales de ternura que escondes tras un velo de ilusiones, mirada que cautiva la luz danzante de mis anhelos olvidados
Déjame acariciar tu belleza de durazno desde principios de verano hasta el final de primavera, sin prisas, con deseo, sin sombras de maldad ni matices de lujuria, a ritmo de vals caminaran mis dedos por tus sombras, por tus brillos y descansaran sobre tu atardecer
Solo déjame crecer y caminaré los senderos que el tiempo me ha robado, abarcaré las risas que encontramos cuando eramos ángeles en otro mundo y jugábamos a ser dioses moviendo estrellas para dibujar sonrisas, déjame tocar tu existencia y saber que aun existo...
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