
Las palabras se las lleva el viento
como los dolores que azotan a la razón,
mi pequeño mundo inquieto desata
cólera en mi interior.
Que sea cierto lo intenso,
orales presentimientos de
inacabadas estructuras,
las palabras siguen el viento.
Hoy contrato bajo mi almohada pacto
de silencio envuelto, arrodillarse
y suplicar a ese viento
que me devuelva mis verbos.
No hay ley escrita ni formal,
las frases acumuladas encierran silencio,
una mirada casual impacta
en lo que debería ser cerebro.
Las palabras que se las lleve el viento,
yo y yo me quedo con los sentimientos,
mi almohada y mi cerebro.
Federico Gracia Lorca
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