martes, 5 de mayo de 2009

Valores...





Un niño negro contemplaba extasiado al vendedor de globos en la feria del pueblo. El pueblo era pequeño y el vendedor había llegado pocos días atrás, por lo tanto no era una persona conocida. En pocos días la gente se dio cuenta de que era un excelente vendedor ya que usaba una técnica muy singular que lograba captar la atención de niños y grandes. En un momento soltó un globo rojo y toda la gente, especialmente los pequeños clientes, miraron como el globo remontaba vuelo hacia el cielo.

Luego soltó un globo azul, después uno verde, después uno amarillo, uno blanco...

Todos ellos remontaron vuelo al igual que el globo rojo...

El niño negro, sin embargo, miraba fijamente sin desviar su atención, un globo negro que aún sostenía el vendedor en su mano.

Finalmente decidió acercarse y le preguntó al vendedor: Señor, si soltara usted el globo negro, ¿Subiría tan alto como los demás?
El vendedor sonrió comprensivamente al niño, soltó el cordel con que tenía sujeto el globo negro y, mientras éste se elevaba hacia lo alto, dijo: No es el color lo que hace subir, hijo. Es lo que hay adentro.




Dime por favor donde estás,
en que rincón puedo no verte,
donde puedo dormir sin recordarte,
y donde recordar sin que me duela.

Dime por favor donde puedo caminar
sin ver tus huellas,
donde puedo correr sin recordarte,
y donde descansar con mi tristeza.

Dime por favor cual es el cielo
que no tiene el calor de tú mirada,
y cual es el sol que tiene luz tan sólo,
y no la sensación de que me llamas.

Dime por favor cual es el rincón
en el que no dejaste tú presencia.

Dime por favor cual es el hueco de mi almohada,
que no tiene escondidos tus recuerdos.

Dime por favor cual es la noche
en que no vendrás para velar mis sueños.....

Que no puedo vivir porque te extraño,
y no puedo morir, porque te quiero.


Jorge Luis Borges


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No existe amor en paz. Siempre viene acompañado de agonías, éxtasis, alegrías intensas y tristezas profundas. Paulo Coelho

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Las personas cambian cuando se dan cuenta del potencial que tienen para cambiar las cosas. Paulo Coelho