miércoles, 31 de diciembre de 2008


Hace mucho tiempo existía un enorme árbol de manzanas. Un pequeño niño lo amaba mucho y todos los días jugaba alrededor de él. Trepaba al árbol hasta el tope, comía sus manzanas y tomaba una siesta bajo su sombra. El amaba
al árbol y el árbol amaba al niño.


Pasó el tiempo y el pequeño niño creció y él nunca mas volvió a jugar alrededor del enorme árbol.

Un día el muchacho regreso al árbol y escuchó que el árbol le dijo triste: "Vienes a jugar conmigo?"... pero el muchacho contestó "ya no soy el niño de antes que juega alrededor de enormes árboles" lo que ahora quiero son juguetes y necesito dinero para comprarlos.


"Lo siento, dijo el árbol, pero no tengo dinero... pero te sugiero que tomes todas mis manzanas y las vendas, de esta manera tú obtendrás el dinero para tus juguetes, y el muchacho se sintió muy feliz. Tomó todas las manzanas y obtuvo el dinero y el árbol volvió a ser feliz.

Pero el muchacho nunca volvió después de obtener el dinero y el árbol volvió a estar triste. Tiempo después, el muchacho regresó y el árbol se puso feliz y le
preguntó: "Vienes a jugar conmigo?... "no tengo tiempo para jugar, debo de trabajar para mi familia, necesito una casa para compartir con mi esposa e hijos, puedes ayudarme?... lo siento, pero no tengo una casa, pero... tu
puedes cortar mis ramas y construir tu casa". El joven cortó todas las ramas del árbol y esto hizo feliz nuevamente al árbol, pero el joven nunca más volvió... desde esa vez el árbol volvió a estar triste y solitario.

Cierto día de un cálido verano, el hombre regresó y el árbol estaba encantado. ¿vienes a jugar conmigo?... volvió a preguntar el árbol. El hombre contestó: "estoy triste y volviéndome viejo, quiero un bote para navegar y descansar. puedes darme uno?... "el árbol contesto: usa mi tronco para que puedas construir uno y así puedas navegar y ser feliz". El hombre cortó el tronco y construyó su bote, luego se fue a navegar por un largo tiempo.

Finalmente regresó después de mucho tiempo y el árbol le dijo, lo siento mucho, pero ya no tengo nada que darte, ni siquiera manzanas... el hombre replicó: No tengo dientes para morder; ni fuerza para escalar... por ahora
ya estoy viejo.


Entonces el árbol con lágrimas en sus ojos le dijo: "realmente no puedo darte nada, la única cosa que me queda son mis raíces muertas". Y el hombre contestó... - yo no necesito mucho ahora, solo un lugar para descansar, estoy tan cansado después de tantos años. Bueno las viejas raíces de un árbol, son el mejor lugar para recostarse y descansar, ven siéntate conmigo y descansa, el hombre se sentó junto al árbol y este feliz y contento sonrió con lágrimas.

Esta historia me hacer pensar de cada uno de nosotros, el árbol son Nuestros padres, cuando somos niños, los amamos y jugamos con mamá y papá... cuando crecemos los dejamos, algunos solo regresamos a ellos cuando los necesitamos o estamos en problemas, no importa lo que sea, ellos siempre están ahí para darnos todo lo que puedan y hacernos felices.

Tu puedes pensar que el muchacho es cruel contra el árbol, pero es así como algunos hemos tratado a nuestros padres... "Recuerda que si no eres padre, muy probablemente lo seras! aprovecha mientras los tienes a tu lado, no sea que pronto tengas que arrepentirte y no puedas devolver el tiempo."

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No existe amor en paz. Siempre viene acompañado de agonías, éxtasis, alegrías intensas y tristezas profundas. Paulo Coelho

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Las personas cambian cuando se dan cuenta del potencial que tienen para cambiar las cosas. Paulo Coelho